sábado, febrero 23, 2008

Una chimenea nada más...





















Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños, puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño. Y si quieres tambien puedo ser tu estacion y tu tren, tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino... o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea. Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor que me falta valor para atarte a mi cama, puedo ponerme digno y decir -"toma mi direccion cuando te hartes de amores baratos de un rato... me llamas".- Y si quieres tambien puedo ser tu trapecio y tu red, tu adios y tu "ven", tu manta y tu frio, tu resaca, tu lunes, tu hastio... o tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda. y si quieres tambien puedo ser tu abogado y tu juez, tu miedo y tu fe tu noche y tu dia. Tu rencor, tu por que, tu agonia... o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.



A la orilla de la chimenea- Joaquín Sabina