sábado, junio 21, 2008

Un no se merece un porque, simplemente se hospedan delirantes y pecaminosos recuerdos. No me molesta ya tu presencia, como solía hacerlo mientras dormia, mis pesadillas desaparecieron de a poquito en esta neblina de mucho buenaire. Se disponen muchas pautas y condiciones para un mañana con mucha sensación a primavera; se necesita más de un pacto para un futuro mejor. Soliamos contarnos secretos sin hablar y nos acordabamos de lindas cosas sin siquiera encontrarnos; esas acciones que haciamos sin que nadie nos obstruyera pensar lo que nos podia esperar un reloj a la par. Antes, se notaba en mi, que ya no era la misma; la causa de quien sabe quien, cambio mi parecer por mucho tiempo. Se solia decir que me gustaba cantar pensando en esa causa, cosa incorrecta que quiero recalcar. Hoy me veo gloriosa de esfuerzo y viva.