Lo impredecible, llama a mi ventana... se asoma y el olor amargo se cuelga de las paredes. La matemática de todo esto, no me da un resultado correcto, hasta que logro comprender que no da el resultado que yo quiero. Es típico pensar que el resto tiene la culpa, que mi caminata se trabo por distracciones causadas a propósito. Pero mi vida pasa y mi cerebro (aunque de a poco) crece. Quiero encontrar los parecidos, y son muchos, todos terminan con el ocaso pensado eterno, todos lo terminan o me lo hacen terminar de una u otra forma.
Tengo una petición, andate y no vuelvas nunca. Porque sólo pensar que ellos, usados por mi y cuantas quién sabe, más; me extrañan, tanto como yo a ellos. En mi fondo, queda un poco de dignidad, para saber que es lo mejor para vos y para mi; porque siempre soy la idiota que piensa equitativamente.
Si tuviera un barrilete, me encantaría escaparme y volver dentro de unas pasadas de agujas; asi me olvido rápido de todo lo que me rodeó, bajo un par de presencias. Si tuviera tantas cosas sería feliz, aclarando que lo material no es mi fuerte.
No quiero pero me acuerdo de todos los estados que viví, y me da bronca saber en el estado que me hospedo reiteradas veces, ¿ por qué ? no lo entiendo, sabiendo que tengo todo, y que nunca lo perdí.
Y todo...? , porque la mentira es una puta disfrazada y camuflada, y le encanta mendigar por túneles vacíos, llenos de don nadies.
Ya no me voy a mentir más...
