domingo, noviembre 30, 2008

hot chick


Mi Cenicienta, dulce y callada. Una anestecia a este encierro es lo que te pido; ni flores ni codicias... una frágil sonrisa que flotaba entre tu oxígeno. Para variar miré al cielo; ese cielo nítido y puro, preguntandome '' ¿ en qué terminará todo esto?''. Me acostumbré a la memoria selectiva, la que no perdona y también lastima.
Cruzo este puente que tambalea de arriba a abajo; de costa a costa. Tratando de no caer tomé mi mano y con ayuda de una soga incrustada en una montaña; me olvidé de aquella noche la cual dije que te odiaba.