viernes, diciembre 19, 2008

king of pain







Yo no quiero abrir los ojos, pero debo






Que hipocrita a veces es la vida; una astilla al borde de mi talón,
que cautelosamente entraba y dolía cada vez más entre la carne y el zapato.
Esa puta astilla que no quiere salir, esa puta astilla que disfruta de mi incomodidad.
Maldito sea el que creo esta impotencia de setirme vulnerable
y susceptible a todo lo que puede acontecerse en mi vida.
Quiero gritar y quiero llorar; quiero sonreir para buscar un tesoro en todo esto.
Y no quiero hacer nada, porque nada me motiva.
Hasta que mi tunel encontro un atajo a este calvario;
y unas sabias palabras me ayudar a flotar en este mar muerto. Ni triste ni agobiada, entiendo que gracias a los caramelos formados por palabras, me sacaron adelante para lograr cumplir mi cometido, que esa astilla se convierta en un átomo de madera.
Muchas gracias