sábado, agosto 02, 2008

Ida y vuelta

''Es todo relativo'' me dijo y se fue.
Me miré al espejo y entendi todo, me miré los pies y olvidé hasta color de las pupilas; hasta su cara.
El reloj seguía su curso y yo seguía preguntandome que podía esperar o que podía hacer mientras esperaba. Hipotéticamente pensé en el anterior, amable y cariñoso, todo un imbécil.
''Es todo relativo'' me acordé, pero ¿por qué?, sinceramente su criterio era vago y su voz le temblaba en aquel momento. ¿Miedo o realidad?; necesité fumar un cigarrillo para poder aclarar el panorama. La ventana se cerró como también mis ideas, buscó un objetivo, objetivo el cual nunca cumplió; quizo ser el mejor, pero el mejor odiado.
Me incliné a buscar mis pantuflas color gris, como la tarde en la que le dije basta. Nos miramos a los ojos y el vacío era inocente, el ruido camuflaba todo, para mi fue una oración salida de mi boca, como cualquier otra cosa.
La aguja no llegó al final de ese día, y nuestro camino siguió unido a un hilo debilidad; cuando supe que el vacío que quizo causar no era más que una ilusión, un espejismo que quizo marcar para que la mala sea yo.
Maldito, te odio.